Regresa a casa pequeña mia es el pedido de su madre
EL 29 de noviembre del presente año la bella Elisabetta había regresado a Italia , gracias a una operación policial internacional, y había sido confiada a su madre, después que en el 2016, su padre la había secuestrado y la había mantenido durante casi tres años en Siria.
Maher Balle padre de la niña, por lo menos dos veces había prometido regresar a Italia con la niña, sin hacerlo nunca. Balle que esta vez había cumplido su promesa: partiendo de Damasco y pasando por Beirut y Frankfurt, el hombre llegó a Malpensa y, durante todo el viaje, fueron seguidos por los hombres de Scip of the Police y el equipo móvil de Milán que habían estado durante algún tiempo trabajando para traer a la niña a casa.
Cabe recalcar el viaje que la madre hizo a Siria sin pensar quevera un paìs que se encontraba en guerra, con el fin de volver a ver a su hija, y viendo que no fue posible regresó solo dejando en manos de Dios su futuro.
En el Tribunal, el 29 de noviembre, se inició un juicio internacional por secuestro de niños contra el hombre. Los contactos entre la Procura y el abogado del acusado también fueron fundamentales para el regreso del sirio y la niña, para quien, según lo establecido por el juez, se había activado un programa para ponerlo a prueba, pero ayer de nuevo rompió las reglas, con un nuevo secuestro que desencadenó las búsquedas también en los aeropuertos italianos.
Ayer el padre , la secuestró nuevamente, llevándola de la escuela sin el conocimiento de su madre, Mariana Veintimilla, de 53 años, ecuatoriana, que se había separado del hombre años atrás . A la una de la tarde de ayer, Balle fue a la escuela secundaria en el área de Porta Romana, en Milán, donde su hija recién se había incorporado a estudiar el primer año, y la recogió, sin que el personal del instituto, quizás desinformado, presentara objeciones. Un testigo informó haberlo visto con dos maletas mientras su teléfono celular está apagado. La madre, acompañada por el abogado Angelo Musicco, denunció el secuestro al fiscal Cristian Barilli, que sigue el caso.
Los medios de comunicación italianos e internacionales se han activado a la difusión de la noticia todos con la esperanza de encontrar a la niña.
Involucrándome en el caso, puedo decir que viví de cerca el ver la felicidad de madre e hija en estos pocos días y verlas compartir momentos especiales como el regreso a escuela, ir de compras y comer juntas que hace tiempo Mariana Veintimilla había perdido esa esperanza y pensar que un hombre no tuviera corazón de ver feliz a una hija, me uno al dolor de esta madre en espera que vuelvan a unirse.
Mónica Calvache