La canciller Angela Merkel afirmó que Alemania está «ante una nueva pandemia»; además decretó la imposición obligatoria de realizar pruebas de PCR a cualquier persona procedente del extranjero
Alemania redoblará y endurecerá sus restricciones a la vida pública y a la actividad económica entre el 1 y el 6 de abril, alargando los festivos de Semana Santa, para tratar de frenar la tercera ola de la pandemia. «Nos encontramos en una situación muy grave. Estamos en una nueva pandemia», añadió la canciller sobre las cifras del covid-19 en Alemania que ha dejado más de 10 mil nuevos casos en los últimos días.
Las reuniones y las comidas al aire libre quedan prohibidas del 1 al 5 de abril. Solo las tiendas de alimentación podrán abrir el día 3. Muchas de las restricciones en vigor desde finales de 2020 se prolongan hasta el 18 de abril, precisó la canciller tras una negociación de casi 12 horas con los estados federados.
En el encuentro se acordó asimismo prolongar todas las medidas contra la pandemia hasta el 18 de abril. Además, el país obligará a todos los viajeros a hacerse un test PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo, aunque no sea considerado zona de riesgo, acordado por el gobierno federal y los 16 estados federados.
Merkel, y los líderes regionales tomaron esta decisión en una difícil reunión de más de 11 horas en la que se han prolongado y endurecido las restricciones de la vida pública y la actividad económica por la evolución negativa de la tercera ola de la pandemia.
La decisión sobre los viajes desde el extranjero está relacionada con la polémica en torno a las vacaciones de Semana Santa en Mallorca, cuya demanda se había disparado después de que las autoridades alemanas sacasen a las Baleares de la lista de zonas de riesgo, lo que eliminaba la obligación de presentar una prueba PCR y guardar cuarentena.