La Policía del Estado de Génova arrestó ayer por la tarde a una peruana de 36 años por el delito de robo y acusó a una ciudadana ecuatoriana de 28 años por el delito de tentativa de robo agravado en concurso.
Las dos amigas entraron al Centro Comercial Fiumara y tras retirar las placas antirrobo de algunas prendas, por un valor de unos 180 euros, intentaron marcharse sin pagar. Sin embargo,un vigilante que nunca las había perdido de vista, las detuvo en las cajas.
Las dos ladronas en ese momento, luego de abandonar los bienes robados, intentaron escapar y cuando el vigilante las persiguió, la joven de 36 años desató su furia amenazándolo y golpeándolo con los codos. La mujer, al darse cuenta de que no tenía posibilidad de escapar, como última esperanza agarró una botella de plástico y la arrojó con vehemencia todavía medio llena al asistente, golpeándolo en el pecho.
Durante la fuga, la joven de 28 años, por su parte, no adoptó ninguna actitud violenta y se detuvo cuando un segundo vigilante le ordenó que no escapara.Los agentes de un volante, que rápidamente intervinieron para rescatar a los agentes de seguridad, luego lograron poner fin a la furia de la mujer al arrestarla: también fue encontrada en posesión de un objeto metálico curvo en forma de gancho, probablemente usado para quitar los dispositivos antirrobo.