Nayib Bukele, de 42 años, asumió el sábado 1 de junio, la presidencia de El Salvador para su segundo mandato, tras ser reelegido con un abrumador 85% de los votos en febrero.
A pesar de la prohibición constitucional, Bukele ganó la reelección en un país donde es altamente popular por su enfoque directo contra las poderosas pandillas. En su discurso de juramentación en el Congreso Nacional, Bukele destacó la presencia del mayor número de delegaciones internacionales en la historia del país y subrayó que su gobierno ha sido reconocido por todos los países del mundo.
Durante su primer mandato, Bukele ha sido reconocido por la mejora notable en la seguridad pública, atribuyéndosele una reducción del 60% en la migración de salvadoreños hacia los Estados Unidos, según los expertos. Esta mejora se ha logrado mediante políticas que han transformado a El Salvador, antes conocido como una de las naciones más peligrosas del mundo, en una de las ciudades más seguras de Latinoamérica, según el gobierno.
En la ceremonia de toma de posesión estuvieron presentes delegaciones de alto nivel de Estados Unidos, encabezadas por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, así como líderes latinoamericanos como los presidentes de Argentina, Costa Rica y Ecuador. Mayorkas destacó el compromiso compartido entre Estados Unidos y El Salvador para abordar cuestiones de interés mutuo.
A pesar de su éxito electoral y popularidad, la reelección de Bukele ha sido un tema controvertido, ya que la constitución salvadoreña originalmente prohibía la reelección inmediata. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, dominada por aliados de Bukele, falló a su favor, permitiendo su candidatura para un segundo mandato consecutivo. Esta decisión ha generado críticas y preocupaciones sobre la concentración de poder y el estado de la democracia en El Salvador.
Con más poder que nunca, Bukele enfrenta ahora el desafío de consolidar los logros en seguridad y manejar las expectativas de una población que ha depositado en él su confianza para mejorar las condiciones de vida en el país.