Messi, Neymar ni Cristiano Ronaldo pudieron destacarse en un Mundial en el que prevaleció la idea de conjunto.
MOSCU, 15 JUL – Francia venció por 4-2 a Croacia en la final de Rusia 2018 y se consagró bicampeón mundial veinte años después de su primera coronación como anfitrión.
Los «Bleus» del DT Didier Deschamps, justamente capitán de la selección que celebró su primer título en 1998, celebraron en el estadio Olímpico Luzhnikí, de Moscú, colmado por 81.030 personas y con el arbitraje del argentino Néstor Pitana.
Al menos en la cita rusa, el fútbol enseñó que como pocas veces antes, lo colectivo supera a las individualidades. La tendencia que se advertía en las grandes Ligas europeas de los últimos años se coronó en Rusia. Los genios, parece, no son suficientes.
Sólo de festejos y fútbol vivió este domingo Francia. Nada más pasó en las calles parisinas. Nada más importó. Los medios franceses sólo se hicieron eco de una noticia. La gran noticia: el segundo campeonato del mundo de su selección tras 20 años.
En los últimos minutos, los principales medios franceses adelantaron las portadas que la gente podrá comprar, enmarcar y coleccionar desde este lunes. Todas, obvio, reflejaron el festejo de Didier Deschamps y compañía en Moscú, tras vencer en la final a Croacia.
En todos los casos, los medios se deshicieron en elogios por la solidez que mostró el equipo a lo largo de la competencia, así como destacaron la brillantez de Mbappé, la eficacia de Griezmann y la conducción de Deschamps, alguna vez criticado por la misma prensa.
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