Desde el 12 de noviembre hasta el 20 de noviembre 2022, cuatro Eventos Especiales y un Espacio Colombia.
En Cine y Literatura, el homenaje a Manuel Antin, padre del cine argentino contemporáneo.
Un amplio y riguroso recorrido por las producciones ibero-latinoamericanas, con muchas ocasiones de reflexión sobre el pasado y el presente, la memoria, el arraigo y las relaciones, entre Europa y América Latina. El Festival de Cine Ibero-Latino Americano de Trieste regresa desde el 12 al 20 de noviembre 2022 en el Teatro Miela, para seguir, en estos tiempos agitados, su búsqueda de diálogo y encuentros a través de films, documentales y propuestas para la gran pantalla.
La 37° edición del Festival abrirá, el 12 de noviembre a las 20.00 horas, en el Aula Magna del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Trieste, con el estreno mundial de Seremos millones, documental argentino-boliviano de Diego Briata y Santiago Vivacqua, que recorre la vida y obras de Evo Morales, el primer presidente indígena de América Latina. Un documental importante, que no solo relata la historia de un hombre, sino también la lucha de un pueblo con una cultura milenaria contra el saqueo de sus recursos.
Es el primero de los cuatro Eventos Especiales. Los otros tres son los mexicanos Las poquianchis de Felipe Cazals, Actas de Marusia de Miguel Littin y El castillo de la pureza de Arturo Ripstein. El primero es un homenaje del Festival al gran director mexicano, fallecido en el 2021 y a quien el Festival le confirió el Premio a la Carrera en el 2005; inspirada en un hecho real, Las poquianchis cuenta la sórdida historia de tres hermanas, que compraban a las hijas de los campesinos para obligarlas a prostituirse. Actas de Marusia reconstruye la violenta represión que tuvo lugar en 1907 en el pequeño pueblo minero de Marusia, en el norte de Chile, para permitir a una empresa extranjera la explotación de los recursos y de los hombres locales. Presentada en Cannes en 1976, fue nominada al Premio Oscar al Mejor Film Extranjero. En el reparto, con el protagonista Gian Maria Volonté, también Diana Bracho, una de las actrices mexicanas más apreciadas, ganadora de dos Ariel, los premios más importantes del cine mexicano, y, este año, del Ariel de Oro a su trayectoria. El castillo de la pureza, obra maestra de Ripstein, fue su primer trabajo y cuenta la historia de una familia, encerrada en casa por el patriarca por miedo al mundo; él, que vende el raticidio que producen su mujer y sus hijos, es el único contacto con el mundo exterior. Para el Festival de Cine Ibero-Latino Americano es un honor contar con Diana Bracho como Presidenta del Jurado del Concurso Oficial.